Todos
los días existen personas que vienen y se van de nuestras vidas, pero sólo
algunas pocas en su pasar se quedan lo suficiente para dejar sus huellas en
nosotros, las cuales están cargadas de historias significativas con las que nos
involucramos y formamos parte, compartiendo de este modo vivencias gratas o
ingratas o ambas, donde de una u otra manera nos marcaron con sus enseñanzas de
vida en cada una de esas vivencias compartidas, cambiando así nuestra
percepción de ver e internalizar al mundo, haciéndose evidente que existe una
porción de esas personas en nosotros.
Estas
personas que han sido significativas en un tiempo determinado para nuestras
vidas, sean nuestros padres, hermanos, amigos, parejas, maestros, profesores, y
otros que consideramos importantes, se les puede comparar como paréntesis que
resaltan ese contenido que permite hacer una lectura más clara de lo que somos
hoy en día, ya que al mirar atrás, se les reconoce en el presente el valor de
sus aportes, su obrar y actuar en nosotros, debido que nos mostraron con su
llegada, lo bueno y lo malo de ese algo o situación o acontecimiento que
desconocíamos, dándonos a entender que no nos las sabemos todas, enseñándonos
un poco más sobre la vida. A su vez en
algunos momentos y situaciones compartidas, estas personas nos han mostrado su
carácter de como afrontar retos en la vida y como vivirla bien, desde la base
del amor, la humildad, la compasión, la solidaridad, la perseverancia, la
honestidad, el liderazgo, el honor y el respeto entre otros tantos valores que
hemos impregnados de ellas haciéndonos mejores personas.
Es
oportuno en señalar que varias de estas personas que han sido importantes y que
aún lo son para nuestras vidas, han creído y creen en nosotros, en nuestras
potencialidades y virtudes, y de lo que somos capaces de hacer y lograr a
través de esas potencialidades y virtudes que poseemos, siendo estas personas
en su debido momento, ese detonante que nos lleva a impulsar nuestra motivación
para lograr nuestros objetivos, proyectos y sueños.
Estas
personas que han sido y son de gran valor en nuestras vidas, se les debe
reconocer ante todos cada vez que podamos, lo importantes que han sido y son
para nosotros, porque tal vez sin su orientación o enseñanza o esa palabra
clave, no estaríamos donde estamos, con los logros obtenidos y los sueños
alcanzados. Todos los días siguen llegando personas a nuestras vidas, pero sólo
algunas de ellas serán significativas para nosotros, y de que sea así depende
de nuestro juicio para saber escoger que tipo de personas quiero en mi vida.
En lo
particular prefiero aquellas personas que son soñadoras y de las que puedo
nutrirme con sus palabras o su forma de vivir en valores, para crecer junto a
ellas en calidad de persona, alejándome de aquellas personas que son vacías y
sólo hacen perder el tiempo que puede ser vital para otras que si me pueden
marcar significativamente o viceversa, ser yo quien pueda ser importantes para
ellas. A diario existen personas en nuestras vidas que día a día
nos marcan con todo lo que son y significan para nosotros, porque cada palabra
que manifiestan, representan cuanto nos aman, aprecian y valoran, deseando lo
mejor para nosotros. Por ello debemos corresponderles de igual forma,
valorando su compañía al máximo, no sólo porque el día de mañana ya no estén
con nosotros, sino porque es grato vivir y compartir cada minuto de la vida con
ellas, por ese brillo mágico y especial que le dan en todo momento a la
vida.
Todos los días existen personas que vienen y se van de nuestras vidas, pero sólo algunas pocas en su pasar se quedan lo suficiente para dejar sus huellas en nosotros..
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