miércoles, 4 de noviembre de 2015

Lo Inesperado de la Vida



“La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes (1)


Una vez que uno es consciente de su existencia, se encamina a darle un sentido, un significado, una dirección. En este estado comenzamos a reescribir la vida de nuestra vida dentro de una escala de tiempo donde se van proyectando todos nuestros planes y metas, experiencias y vivencias que deseamos vivir, como también cada uno de los pasos a dar para hacer realidad lo proyectado. 

De esta manera, nos vamos adueñando poco a poco de nuestra vida, claro está, sin desligarnos de lleno de esas contingencias y condiciones sociales que de una u otra forma terminan influyendo en gran parte sobre quiénes somos y representamos, en este sentido, las circunstancias en las que se da mi existencia, va a determinar en la mayorías de las veces, la trama de mi vida.

Partiendo de esta realidad, nos proyectamos un porvenir quiérase o no, sujeto a ciertas situaciones inesperadas, debido que la propia dinámica de la vida genera de modo constante eventos que no pueden ser prevenidos en su totalidad, pero a pesar que los mismos, puedan llegar o no a retrasar o cambiar por entero lo planificado, lo que marca la diferencia, es la actitud con la que se hace frente a estas vicisitudes inesperadas de la vida. 

Por ello, si lo inesperado, aquello con lo que no contaba en mis planes, es una realidad percibida como un obstáculo, una amenaza o una carga, aun siendo verdad esa percepción de entrada, y no hago nada para cambiarla o darle la vuelta, la asumiré con una actitud aletargada y pasiva, que me mantendrá a la espera, en la inactividad de ver qué pasa. Pero, si lo inesperado, es percibido no sólo como una realidad desfavorable, si es el caso, sino que le doy la vuelta, y la asumo como una oportunidad de crecimiento y aprendizaje que me da la vida para mejorarme como persona, entonces mi actitud será una actitud activa y dinámica que me conducirá a la creatividad, la innovación, al ingenio, al fortalecimiento mental y espiritual para resolver problemas y no dejarme vencer por las adversidades inesperadas. 

No obstante, lo inesperado no suele ser siempre aquello que se presenta con la intención destruir nuestros planes de vida, sino como aquellas experiencias necesarias que debemos vivir para proyectarnos con mayor fuerza hacia la búsqueda de los sueños que aspiramos lograr. Aunque suela ser difícil, se debe aceptar que es imposible controlar con exactitud el acontecer de la vida, ya que vivir es un hacerse mediante la participación imperativa de la posibilidad de lo inesperado, y esa parte de no saber con certeza lo que sucederá, es lo que hace de la vida un hecho único e inigualable, y sólo debe generar en nosotros el deseo de vivirla plenamente.


Significa entonces, que lo inesperado puede terminar convirtiéndose en lo mejor que nos puede pasar en la vida, llevándonos a vivir nuevas experiencias que de otra manera tal vez nunca habríamos vivido. Lo inesperado nos impulsa hacer cambios, y esos mismos cambios nos pueden permitir encontrar nuestro verdadero camino. Dejemos que la vida siga su curso, no desde la deriva, sino aceptando la posibilidad de dejar que la vida misma nos coloque en situaciones inesperadas que necesitamos vivir para crecer, para que quienes tienen fe, puedan disponerse a la buena voluntad de nuestro padre celestial, porque sólo él conoce lo que hay en nuestros pensamientos y corazones, por lo que sólo él sabe que es mejor para nosotros, como esta escrito en salmos 139(2):


139  Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
Has escudriñado mi andar y mi reposo,
Y todos mis caminos te son conocidos.
Pues aún no está la palabra en mi lengua,
Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
Detrás y delante me rodeaste,
Y sobre mí pusiste tu mano.
Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
Alto es, no lo puedo comprender.
¿A dónde me iré de tu Espíritu?
¿Y a dónde huiré de tu presencia?
Si subiere a los cielos, allí estás tú;
Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
Si tomare las alas del alba
Y habitare en el extremo del mar,
10 Aun allí me guiará tu mano,
Y me asirá tu diestra.
11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán;
Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.
12 Aun las tinieblas no encubren de ti,
Y la noche resplandece como el día;
Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
13 Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien.
15 No fue encubierto de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto fui formado,
Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas.
17 !!Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!
!!Cuán grande es la suma de ellos!
18 Si los enumero, se multiplican más que la arena;
Despierto, y aún estoy contigo.
19 De cierto, oh Dios, harás morir al impío;
Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.
20 Porque blasfemias dicen ellos contra ti;
Tus enemigos toman en vano tu nombre.
21 ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen,
Y me enardezco contra tus enemigos?
22 Los aborrezco por completo;
Los tengo por enemigos.
23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos;
24 Y ve si hay en mí camino de perversidad,
Y guíame en el camino eterno.

CITAS:
1.     Copiado del muro de virginia vivas
2.     Reina-Valera 1960 (RVR1960)

1 comentario:

  1. Una vez que uno es consciente de su existencia, se encamina a darle un sentido, un significado, sobre todo, una dirección...

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