lunes, 8 de diciembre de 2014

Autonomía Real para los Docentes


Cualquier modelo de sociedad, está reflejado en gran parte por su educación, por lo que se puede afirmar: el como camine la educación, caminará la sociedad. Una educación deficiente, desorganizada y descuidada, contribuirá a la formación de ciudadanos deficientes, desorganizados, descuidados, por lo tanto, poco competitivos. Pero, si la educación funciona bajo parámetros de excelencia y eficiencia, contribuirá a que los ciudadanos puedan ser excelentes y eficientes de acuerdo a su responsabilidad con la sociedad, es decir, competitivos, lo que contribuirá a su vez al desarrollo de una sociedad más cercana a la prosperidad. 

Es importante resaltar, que los modelos educativos en su mayoría están determinados por las políticas de los Estados, a través de sus diferentes gobiernos. En Venezuela, es el Estado quien determina las directrices del como se manejará la educación en todos sus niveles. Esto implica que nosotros los docentes venezolanos, principalmente los del sector público, carecemos de autonomía pedagógica plena, porque debemos a pegarnos a un manual que dicta las políticas educativas que promueve el Estado desde sus diferentes ministerios.

Partiendo de lo antes descripto, el desempeño pedagógico y orientador del docente en nuestro país, se ve condicionado por esta situación, en cuanto que esta limita el ejercicio pleno de su profesión, porque debe enseñar un contenido específico, dentro de una forma específica que es impuesta por el Estado, sin tomar en consideración, si ese contenido que debe ser enseñado según el Estado, y de la forma que éste establece de como debe enseñársele a un grupo de estudiantes determinado, es y está acorde al contexto real y situacional de las necesidades e intereses que poseen ese grupo de estudiantes en particular, necesidades e intereses que se presentan dentro de un espacio y tiempo que no responde a condiciones específicas, sino  a situaciones personales, sociales y culturales que se dan en una variabilidad infinita.   Esto sucede, porque la educación desde los ministerios gubernamentales, suelen generalizar su concepción educativa bajo estándares y patrones cuantitativos. Pero, resulta que en la práctica sucede todo lo contrario, las comunidades en sus diversas relaciones interpersonales se manifiestan bajo factores cualitativos, debido que las familias responden de distintos modos a iguales situaciones sociales, por lo que las mediciones carecen de una exactitud definitoria. 

Por ello, los estudiantes en el aula exponen una diversidad de conductas que son reforzadas socialmente en su familia y comunidad, sumándole sus propias capacidades reflexivas, lo que hace imposible generalizarlas en una única apreciación pedagógica.  Pero a pesar de esta verdad, al docente se le limita a que sólo debe cumplir con una carga de contenidos que debe dar en un tiempo establecido y bajo ciertos parámetros ya definidos por  los ministerios del Estado, aun cuando ese contenido para el momento de ser dado, puede carecer de toda importancia e interés para el estudiantado.

Por consiguiente, la manera de como está estructurada y concebida nuestra educación, va en contra de un desempeño óptimo del docente, porque éste no puede diseñar de manera autónoma el proceso educativo de enseñanza conjuntamente con sus estudiantes, sino que estará determinado por un docente de escritorio perteneciente a un ministerio, que no tiene nada que ver con las potencialidades pedagógicas  que posee el docente que controla desde su escritorio, ni conoce las potencialidades y necesidades reales que posee el grupo de estudiantes que están bajo la tutela de dicho docente.  

En este sentido, una educación que logre un rendimiento y un desempeño óptimo de los docentes venezolanos, debe ser aquella que respete de manera abierta y libre la autonomía pedagógica de los docentes en el ejercicio pleno de su rol. Esta acción generaría una afectación psicológica positiva, en cuanto que los docentes podrán sentirse verdaderos protagonistas con sus estudiantes, del proceso de enseñanza, haciendo que los aprendizajes que construyen en el aula con la participación de sus estudiantes, sea de carácter vivencial y significativo, porque estarán apegado a la realidad del contexto familiar, social y cultural que forman parte los docentes y estudiantes, en un tiempo presente.  

Se debe acentuar, que no es que se esté en contra de que existan lineamientos que regulen la educación, porque son necesarios para definir el ideal de sociedad que se aspira alcanzar democráticamente en el país. Pero, sí se debe dejar un espacio con valor de ley desde los diferentes entes reguladores de la educación, que reconozcan la autonomía pedagógica del docente, para que éste pueda colocar en práctica toda su potencialidad, creatividad, inventiva y genialidad en el proceso de enseñanza, siendo protagonista de la educación venezolana, y no sólo siendo un emisor de políticas que representan a los intereses del gobierno de turno.  

1 comentario:

  1. Cualquier modelo de sociedad, está reflejado en gran parte por su educación, por lo que se puede afirmar: el como camine la educación, caminará la sociedad...

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