Dedicado
a Astrix Marcano(*)
Viéndome detenidamente frente al espejo, busco ver más allá de los rasgos físicos que pueda reflejarse de mí, busco a encontrarme conmigo, a ver quién soy en realidad, por lo que me enfoco en el reflejo de mis propios ojos para que sean estos los que se dirijan a mí, transportándome a esa interioridad donde se origina el sentido de mi vida.
Desde mi adentros puedo verme en plenitud, puedo verlo todo, incluso, lo que no me agrada de mí, aquello que
en la ironía de mi vida, más consigo ser, no porque lo haya decidido así a
veces, sino porque es lo que se esperaba de mí, lo que ese mundo exterior solicitaba
de mi ser, haciendo llegar a mis oídos esas voces que a gritos me inmovilizan: “Cállate”; “no opines”; “no pienses”; “no
seas tú”; “sé de esta manera”; “de esta manera te vistes, caminas y te
comportas”; “no, así no”; “así, sí”; “es por aquí que debes ir”; “detente”;
“siéntate”; “guarda silencio”; “no hables”; “sé como ellos, como todos, no como
tú”; “olvídate de ti”; “sigue a los demás, no te compliques”; “vive y mueres
así y todos felices”.
Pero apenas entiendo, que esa no soy
yo, que esa parte que me desagrada de mí, no nace en mi interior, todo lo
contrario, se pretende cultivar en mí cada vez que decaigo, cuando tengo miedo
y dudo de mi propio ser. De esta forma me pierdo en una personalidad ajena y
extraña que nada tiene que ver conmigo, y la asumo para quedar
bien con los demás, negándome la oportunidad de mostrarme tal cual soy, pero se
acabo, ya no más.
Frente al reflejo de mis ojos, sonrió,
sonrió porque sé quién soy, y ésta parte es la que me hace feliz, porque olvido
lo que no soy, y recuerdo lo que en verdad soy, exigiéndome que no debo
seguir cayendo en el error de ocultarme en una vestidura hecha a la medida de
otros, por el contrario, debo mostrarme
abierta, suelta, libre, para que quienes estén cerca de mí, puedan tener la grata
oportunidad de conocer mi verdadero ser, ese ser que nace en mi interioridad y
da sentido a mí vida.
A partir de este momento, me
reencuentro con mi ser, un ser que se describe como una puerta abierta donde
todos pueden entrar, pero no todos pueden quedarse, sólo aquellos que a su vez
se dan la oportunidad de conocer conociéndome; un ser que se siente cómodo en
la ingenuidad para aventurarse a conquistar lo imposible; un ser que
intencionalmente se tropieza dos veces con la misma piedra para no dejar duda
que lo intento; un ser que suele equivocarse por llevar la contraria, y por
llevar la contraria suele acertar; un
ser que es acelerado porque no le gusta desaprovechar el tiempo y que aspira
vivir todo cuanto pueda; un ser lleno de ilusiones con las que se desvive por
hacerlas realidad; un ser que le da miedo muchas cosas, pero que lucha a diario
por hacerles frente; un ser que cree en el amor y la amistad verdadera; un ser
que se entrega de lleno cuando ama; un ser que a veces se abstiene de hacer el
ridículo, pero que a veces lo hace sin importar el qué dirán; un ser que se
cree un ser extraordinario, único y especial, en resumen un ser que posee
mucho para dar.
Frente al reflejo de
mis ojos, me doy cuenta que no soy cualquier ser, soy un ser fuera de lo común,
un ser creado para amar, sentir, soñar y aun más para vivir, vivir para triunfar
y ser feliz por aceptarse tal como es.
(*) Hijita de la vida
He confirmado de ti hijita de la vida, que vale más ser uno mismo que no serlo, tú eres una niña fuera de lo común, por ello eres única y especial, por ello estás destinada hacer grande en esta vida... Un abrazo.
ResponderEliminarsiempre leo esto, muchas gracias♥, att: astrix
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