Una
idea no pertenece a quien la pensó primero, tampoco quien la divulgo primero
una vez, sino aquel que la divulgo mejor tantas veces hasta concretarse,
haciéndola un hecho tangible, llevándose la apreciación por parte de todos que
siempre fue su idea y la de nadie más. Siendo este último, quien tuvo una idea
en sus manos y la supo aprovechar, porque vio en ella una gran oportunidad de
éxito que los demás no vieron.
Las
ideas vienen y van, todos los días nuestra facultad creativa produce ideas, las
cuales compartimos e intercambiamos, pero son pocos los que convierten esas
ideas en grandes oportunidades.
Las
ideas en este sentido representan oportunidades, y si abundan las ideas, las
oportunidades sobreabundan mucho más, si partimos del punto que de una misma
idea se generan diversas oportunidades.
Aunque
las ideas suelen ser a veces inverosímiles y descabelladas, sólo basta
pensarles un poquito mejor, agregando o quitando donde se necesite, de manera
de generar de ellas oportunidades que sean posibles de llevar a la realidad.
Pero
a pesar que abundan las ideas y de ellas sobreabundan las oportunidades,
existen un número significativo de personas que afirman que las oportunidades
escasean, pero son las que viven aferradas en la creencia que eso de las
oportunidades es sólo cuestión de suerte.
Pero,
si nos detenemos a detallar que de una idea se genera su opuesta y de estas dos
se generan otras ideas más pequeñas, y que dentro de todas estas ideas se
multiplican las oportunidades, porqué seguir creyendo que las oportunidades
escasean.
Pues,
porque las oportunidades escasean para quienes tienen la percepción equivocada,
de que la vida les debe todo a cambio del menor esfuerzo posible parte de
ellos. Este tipo de personas son las que
se sientan a esperar a que la oportunidad toque a su puerta, y no sólo eso, son incapaces de abrirle cuando va y les
toca, porque aparte de tocarle debe
entrar y tomarlas del brazo, pero aun
así, tendrían el descarado de negarse aludiendo que no es esa la oportunidad
que esperaban.
Este
tipo de personas hacen de su vida un ciclo de negación, donde lo único que
tiene sentido es reprochar y culpabilizar a los demás por haber hecho de sus propias
vidas un acto miserable.
Se
debe decir con dura firmeza, que las oportunidades no esperan por nadie, las
oportunidades se generan en la medida que dejo volar mi creatividad para
producir ideas, como también saber aprovechar y sumarme en las ideas de otros,
de manera de generar mis propias oportunidades que me permitan crecer y
autorealizar cada uno de los proyectos que me trace en la vida.
Ahora
qué es generar y aprovechar una oportunidad, cosa que no todos están
dispuesto hacer: es levantarse más temprano y acostarse más tarde, es ser el primero en llegar y ser el último
en irse, es decir si aunque el cuerpo
este cansado, es hacerse los oídos sordos ante los pesimistas y saber escuchar
a los que te suben el optimismo y la autoconfianza, es trabajar horas extras
cada vez que sea necesario, es no rendirse hasta que se alcance los objetivos
fijados, es ser valiente y fuerte para
soportar las críticas, las oposiciones, las adversidades y las circunstancias
que no siempre estarán a nuestro favor.
Simplemente
saber generar y aprovechar las oportunidades no es una cuestión de suerte, sino
de ser grandes luchadores ante los desafíos y retos que nos da la vida.
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